estrógenos sintéticos se utilizan para el tratamiento de los trastornos menopáusicos e hipogonadismos, en la vaginitis atrófica, en la inhibición de la lactancia, en los trastornos menstruales, en la osteoporo-sis (formación de espacios anormales en el hueso) y en algunos tipos de carcinoma de mama y próstata. El mayor uso de estrógenos, sin embargo, es en la prevención del embarazo, como anticonceptivo, usándose en combinación con proges-tágenos. La administración de estrógenos exógenos no está exenta de efectos indeseables. Los más frecuentes son: el crecimiento de las mamas, disfunciones hepáticas, efecto diabetógeno, aumento de peso, dolores de cabeza, náuseas y vómitos, aumento de la presión arterial, tromboembolismo, etc. Por ello, el consumo de anticonceptivos orales requiere un control médico estricto